Para acabar el año me han llegado algunas reflexiones de E. F. Schumacher extraídas de su libro Lo Pequeño es Hermoso, un vigoroso alegato contra una sociedad distorsionada por el culto al crecimiento económico, ¿o debería de decir al falso progreso?
En un punto el autor apuesta por una orientación más humana de la ciencia y la tecnología, abriendo sus puertas a la sabiduría, evitando las concentraciones de poder y el deterioro del medio ambiente. Así promulga que la ciencia y tecnología debe desarrollar métodos y equipos que cumplan tres requisitos:
- Que sean suficientemente baratos para estar al alcance de todo el mundo.
- Que sean apropiados para ser utilizados a pequeña escala.
- Que sean compatibles con la necesidad creativa del hombre.
Estos principios nacen de la no-violencia, de la búsqueda de la paz, y por supuesto se basan en una relación entre hombre y Naturaleza que garantiza la permanencia.