En el Bierzo, se habla castellano, pero existe una importante presencia del gallego y del asturleonés. Ya Menéndez Pidal hizo alusión a la diferenciación entre “una mitad oeste de la comarca, con presencia tradicional del gallego, y la mitad este de la misma, cuya lengua tradicional sería el leonés”. Esta división actualmente está puesta en duda, hablándose del Bierzo como zona fronteriza, en la que se constituyó un híbrido de estas lenguas que podríamos denominar dialecto berciano, en el que desde principios del siglo XX, es el gallego un poco más predominante que el leonés.
Evidentemente no somos especialistas en esta materia, ni es nuestra intención entrar en polémicas, pero con este proyecto, hemos querido rendir un homenaje a esta singular manera de ser berciano; gentes de entre tierras, que recogen la influencia de sus vecinos, y de tantas gentes que recorren su valle en su paso por el Camino de Santiago.
Muchos amigos nos echan una mano tanto en la vendimia, como en otras labores, y siempre hay alguno con el que bromeamos empleando alguno de estos vocablos usados en la zona. Este es el caso de Cachicán, que viene a ser el capataz de una cuadrilla de vendimia, y que suele tener una afección un tanto negativa entre los vendimiadores, ya que suele ser el que les aprieta a la hora de conseguir una mayor rentabilidad.
Es en este caso una broma que surgió en la vendimia, una broma con la que queremos homenajear a tantas y tantas personas que con sus trabajos han logrado esculpir un viñedo del que nos sentimos orgullosos y a la vez privilegiados.
Es para nosotros la Mencía la variedad reina en el Bierzo, valoramos su versatilidad, destacando no solo por sus cualidades aromáticas, también por su equilibrado pH controlando su punto de maduración, y por su delicada armonía entre taninos y fructosidad.
La Mencía es nuestra pasión sobre la que queremos investigar y experimentar, es por esto que el año 2013 decidimos hacer una pequeña elaboración con la uva mucho menos madura, desarrollando la fermentación a temperaturas más bajas para evitar la extracción de aromas herbáceos y excesivamente astringentes. También Cachicán fue la primera elaboración en la que participó activamente el nuevo ‘demente’ Bruno Arias, que abraza con pasión la Demencia desde octubre de 2012.
Vendimiamos el 13 de septiembre alrededor de 130 kgs de Mencía, a los que añadimos unos 20 kgs de Doña Blanca. Decidimos fermentar en una barrica de roble para lo que quitamos una de las tapas. Encubamos sin adicción alguna ni siquiera sulfitado.
La fermentación se produjo muy lentamente, en este periodo realizamos bazuqueos diarios de manera manual. Descubamos el vino el 30 de septiembre. La fermentación maloláctica tuvo lugar parcialmente. Tras varios trasiegos, procedemos al embotellado de 85 botellas.